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- Jaime Santana Turral y José Antonio Zúñiga Mendoza, los personajes siniestros.
Arturo Zaldívar, presidente del Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo, no sólo incluyó en la lista de candidatos a jueces a 18 personas que trabajaron directamente con él durante su tiempo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). También trata de impulsar a dos personajes cercanos y altamente controvertidos para el Tribunal de Disciplina Judicial.
El Magistrado Jaime Santana Turral y el Juez José Artemio Zúñiga Mendoza tienen en común la cercanía con Arturo Saldívar, pero también la parcialidad, descrédito y acusaciones de coaccionar y extorsionar.
Jaime Santana Turral es señalado por presunta corrupción y coacción dentro del Poder Judicial de la Federación. Su cercanía con Arturo Zaldívar, exministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es destacada en varios informes. Santana Turral fue parte de la ponencia de Zaldívar y ocupó el cargo de secretario ejecutivo de la Comisión de Disciplina en el Consejo de la Judicatura Federal durante su mandato.
La relación de Jaime Santana Turral con Arturo Zaldívar comenzó en 2010, cuando Santana Turral era Secretario de Estudio y Cuenta en la ponencia de Zaldívar. Desde entonces, su cercanía se mantiene, especialmente durante el mandato de Zaldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando Santana Turral fue designado secretario ejecutivo de la Comisión de Disciplina en el Consejo de la Judicatura Federal.
Jaime Santana Turral está involucrado en un escándalo mediático relacionado con presunta corrupción y coacción dentro del Poder Judicial de la Federación. La denuncia anónima que llevó a la investigación fue ordenada por Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal. Santana Turral enfrenta serias acusaciones de utilizar su posición para presionar a jueces y magistrados.
Este escándalo sacudió al Poder Judicial y reveló una red de corrupción que socavó la confianza en el sistema judicial mexicano.
José Artemio Zúñiga Mendoza, por su parte, fue el juez de control encargado de dirigir las audiencias para procesar a Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, en los casos relacionados con Agronitrogenados y Odebrecht.
Durante su gestión, Zúñiga Mendoza pospuso la audiencia intermedia en ambos casos debido a una solicitud de la defensa de Lozoya para negociar un acuerdo reparatorio con Pemex. Esta decisión fue vista con sospecha por algunos, ya que se consideró que fue influenciada por intereses externos
Así, dos personajes altamente reprobables, acusados de presionar, coaccionar y amenazar, hoy pretenden llegar al Tribunal de Disciplina Judicial “amparados” por el Salvívar.
LOS PECADOS DE SALDÍVAR
Conflicto de intereses: Se le acusa de incluir en la lista de candidatos a jueces a personas que trabajaron directamente con él durante su tiempo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En el Tribunal de Disciplina Judicial busca imponer a sus incondicionales Jaime Santana Turral y José Artemio Zúñiga Mendoza.
Falta de imparcialidad: Es criticado por su gestión en la Suprema Corte, especialmente en casos de alto perfil donde se percibe que sus decisiones favorecieron ciertos intereses. Tanto Santana Tiurrel como Zúñiga Mendoza desempeñaron casos de corrupción y actuaciones controvertidas en la impartición de justicia.
Cercanía con el gobierno: Su decisión de renunciar a la presidencia de la Corte para unirse a la campaña de la actual presidenta Claudia Sheinbaum fue vista como un acto de oportunismo político.
Manipulación mediática: Es acusado de intentar desviar la atención de problemas importantes utilizando declaraciones y acciones que generan controversia como el ser fan de la cantante estadounidense Taylor Swift.
Uso de recursos judiciales: Se le critica por el manejo de los fideicomisos del Poder Judicial, que algunos consideran que preservan privilegios y abusos. En ello jugó un rol destacado el Ministro Jaime Santana Turral.
Decisión de reformas judiciales: Su apoyo a la reforma constitucional para la elección de jueces mediante el voto de los ciudadanos es visto como un intento de consolidar su poder político. Tanto Santana Turral como Zúñiga Mendoza se miran como actores claves en este manejo inescrupuloso.